La lejanía de los recuerdos, la melancolía de una era, taciturna observo, silenciosa pienso...En la oscuridad de los pensamientos me sumerjo, embriagada de mi dolido silencio.
Escucho la voz de mi avergonzada conciencia, que al cielo ruega mi amnesia, que emite alaridos de inmensa pena, agonía que inunda mis venas.
Ofuscada trato de salir de esta maraña de sufridas hazañas, anhelo el día que desaparezca en mí tu atroz crueldad de araña.