Por ahí anda el ente de las ansiedades,de nostalgia canción, y mírame a la cara y atrévete a negarme....
Por ahí anda ella, estatua forjada por el mismo dios Hefesto, caminando por las calles, oculta entre las soledades, detrás de las manías, detrás de las miradas furtivas, detrás de una áspera despedida.
Por ahí debe andar, ella circunspecta, taciturna, ambigua, sin medida exacta, es un ser que ha dejado de pensar, para quedarse en el recuerdo de sus palabras dulces, de sus lisonjeras actuaciones, de ahí se colgó, ahí dejó una fecha marcada, dejó un reloj vacío...
Hasta que, después de muchas lunas cambia, sí, hasta vuelve a saltar al abismo, sin demasiada valentía cae, buscando el sentido de la libertad y el no te siento, o te olvido...Pero en vano toca el suelo con sus duros pies... Camina un par de pasos a la calle de las mal pagadas, allí se queda, observando como la vida y sus precios están de rebajas... Sentada fue perdiendo el conocimiento, solo veía entrar y salir a juguetes y adultos sin escrúpulos... Y allí, contra el tiempo luchó, oxidada vio como una de ellas iba a acabar en manos de un vil señor, se interpuso, corrió con ella a la espalda y la estatua cansada, la escuchó, gritar, sin ni siquiera agradecer el auxilio...
La estatua tomó la oferta de ornamento que le dieron los dioses en la plaza de los abandonados y los desgraciados.