Un año más pasa y tenemos la gran oportunidad de estar con los que nos quieren en esta época llena de luces, color, esperanzas, sueños, alegrías, ilusión y mucho amor. En Navidad hay una armonía que brilla al unísono, niños inquietos, adultos cansados, sonrisas inquebrantables, reencuentros inefables, muérdago sobre un beso, un tierno sentimiento en el pecho...Fecha en la que recordamos a los que faltan y deseamos que desde donde quiera que estén sepan que los tenemos en nuestros corazones, agitamos la bolas de cristal en las que enfrascaremos nuestros recuerdos, esos "me los pido"que hicimos regresan a nuestras mentes cuando vemos los regalos envueltos por los sigilosos Reyes Magos, o Papá Noel. Como reflejó Charles Dickens, nos visitan los fantasmas del presente, del pasado y del futuro, para abrirnos los ojos, despertar y valorar lo que tenemos y a aquellos que no tienen, dándonos la oportunidad de cambiar y reflexionar sobre nuestra actitud con los demás. La mayoría de gente enfoca estas festividades al consumismo derivado del capitalismo, pero es mucho más, hay que saber mirar más allá, porque un regalo no es solo eso, es algo que haces para alegrar a otra persona con la mejor de las intenciones, la comida, es solo una excusa para estar todos juntos. Destacar los polvorones, el mazapán y el turrón blando como peligrosas armas originadoras de michelines para la posterior operación bikini (que tiempo para desaparecerlos hay, pero ya se sabe, que el peso de Papá Noel no es casual)
En fin feliz Navidad a todos.
¡Felices fiestas!
Y Próspero Año Nuevo.Los dulces de la Navidad son como la estopa de la rueca y los piés quieren bailar y seguir trabajando mientras se hacen planes.
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