"La Depra"_I

  Comenzó a sonar una misteriosa melodía, una que a pesar de su armonía llevaba consigo un deje de tristeza y unas pequeñas estridencias algo siniestras. Parecía provenir de un piano, no obstante la duda asalta cuando de repente se confunde con un arpa o con una agitada gaita. La audiencia desconoce el autor de las notas que los atrapa todas las noches a la misma hora, sumiéndolos en una absorta búsqueda interna de paz. Algunos curiosos han intentado acceder al origen de la música, sin embargo solo logran perderse en medio del sonido, impidiéndoles orientarse. En la villa de Uruga la llaman "La Depra" y murmuran que el que la toca no es otro que Mortimer, del que hay numerosas leyendas.
  Una de ellas cuenta que mientras tocaba dicha pieza su alma se fusionó completamente con esta, pues se la dedicó a una mujer que estaba totalmente fuera de su alcance. Todo su dolor, su angustia, se desvanecía dejando una paz tan iluminadora que todo su amor se dirigió a sus dedos, al instrumento que resonaba.    Entonces se dice que su cuerpo quedó en trance, vacío, como una marioneta de la música. Desde entonces no se sabe nada de su paradero. Se dice que la mujer inalcanzable, a la que le dedicó "La Depra", una vez empezó a repetirse y ella solo fue capaz de huir de esta, pero a medida que pasaban los días, su mente se turbó y encerrada en una habitación por su propia familia, pues no querían que nadie la viese con el poco juicio que le quedaba, le había puesto letra, aunque para la mayoría la propia canción por sí sola les llegaba al mismo corazón. Ella, Renata, tenía la necesidad de usar palabras para espantar la maldición que recaía sobre ella, pues cada vez que nota a nota "La Depra" surcaba sus oídos, se le aparecía un espejismo de Mortimer, torturándola.