
Cetis
Cetis corría juguetona detrás de una bella mariposa. Mas se detuvo en seco cuando reparó en una cesta de mimbre con un bebé. Se horrorizó al comprobar que lo habían abandonado a su suerte allí, junto a un volcán que tenía pinta de estar bastante activo. Ella, mitad cabra, mitad mujer, era una pequeña niña de unos siete años que no dudó en apiadarse de aquel bebé humano de unos brillantes ojos verdes y un sedoso cabello azabache. Dejó...