27/11/18

No es cualquier duquesa, esa...

  No es cualquier duquesa, esa...

Detrás de esa sonrisa francesa, detrás de esa mandíbula de vampiresa, está la duquesa.
Ella la de gran destreza, ella la de una apoteósica fiereza, dejó atrás la flaqueza.
Ahora va de fiesta en fiesta, enmascarada fija su mirada en su siguiente presa.

El pomposo rey Sol ha caído en sus redes, ahora tiene toda una nación a sus pies,
siempre detrás, mueve los hilos, con sigilo,
todo lo ha obtenido, mientras al rey deja dormido,
ella sigue su sed calmando...Y...De vez en cuando
disfruta a la luz de la luna danzando, su voz elevando en un canto casi insensato,
es un llamado
a su único
amado,
el vil satánico,
que la ha  de su magia dotado...

Sus carcajadas resuenan en la noche parisina,
dispuesta a tomar otro trago regresa a la pista...
Fingiendo estar con borrachina,
sin dificultad alguna, chasquea los dedos, et voilá: tiene tres borregos dispuestos,
sin miramientos, 
escoge al primero, una vez seco,
al segundo, y ávida al tercero.
                               
Victoria Frances Masquerade

Hasta que un día, mientras reía, otro siniestro la elegía,
ella al igual que sus siervos ciegos,
a su encanto resistirse no podía...
Y así fue como el marqués de Rochas
la convirtió en su as en su partida de cartas marcada. 

11/11/18

Amor de piedra, amor en frascado.


¿Cómo puedes hundirte en esta mi tersa piel de piedra? ¿Cómo unir dos minerales ajenos, más densos y duros que el propio acero? Dime ¿Cómo?

Un día, mi secreto, otro sólo eres un devaneo, mas es así "todo bien es pequeño, que toda la vida es sueño".

Nunca fuiste más que eso, tal vez esa es la razón de que pudieras atravesarme el corazón.

Te desvaneciste frente a mis ojos y del riego de mi lloro en la tierra brotó una bella flor delicadamente tallada en laja.

Te acaricié un pétalo con ilusiva paz.
Te admiraba todas y cada una de las veces que delante de ti pasaba, allí estabas luciendo tu única esencia, lenta e imperceptiblemente fuiste expandiéndote,

tu tallo se hizo alto y delgado, tus hojas te bañaron,  tu flor quedó elegantemente adornada con arrugas alargadas y una dulce, añeja sonrisa petrificada.

En cambio yo, muchacha pétrea lozana, no soy imaginaria, voy con pasos de toneladas, agrietando el suelo allá por dónde vaya.

Hueco está y vacío es el rincón que te pertenece, sin embargo allí se cuela mi elemento, que es el viento. Me trae pulcritud al ánimo y magia a mi esperanza.

Y prepara esa estancia para otro de piedra galán, que ambos nos enfrentemos de nuevo en un reblandecimiento mortal, que de acero a plastilina nuestra vida se funda en un lecho de fuego.

Allí horneados a no sé cuántos grados, sin querer en cristal nos tornamos. Tengamos cuidado de no despedazarnos, yo cuidaré tus pasos, cuida de los míos.

Enfrascados, frascos en este hado.

08/11/18

Las máximas humanas

El claroscuro del mundo se ha abierto de par en par, difícilmente se me escapa, porque por fin he conseguido sus matices delimitar. Nada y nadie nunca, ya no es contrario a todo y todos siempre. No, solo son son destellos en la noche, ambos se conforman el uno al otro, donde empieza uno acaba el otro, se unen y ya no se tropiezan entre sí. Son un amor consumado, juntos, revueltos, distintos y en un instante abrazados.

Recuerda el todo es la nada, nadie son todos y el nunca fue un siempre.

Un día te será entregado el secreto que nos obcecamos en negar, lo abstracto es tan concreto que le cerramos la puerta al andar. Te darás cuenta que de inefable tu salto en realidad acabará.