
Huevo de avestruz con alas, marchas por los cielos,llevas enlatados tus pasajeros adormiladosbebés llorones en todos los costados,a montones berrean sin descansoasientos estrechos para desdichados patilargosalgún que otro ronquido entremezcladoentre los motores susurrando.No falta el cenutrio de detrás que agita tu asientocomo un cóctel revuelto.El carrito de la comida ha pasado tantas vecesque está claro lo demasiado a favor que están del consumismo...