31/07/16

El deseo de una noche de San Juan (II)

Profundamente dormida sonreía y en su pecho sentía la calidez de ese deseo que había sido impulsivo y que la hacía tan feliz, anhelaba más que nada en el mundo tener a una figura protectora y amable que la escuchara y la quisiera por como era, no por lo poco o nada que tenía, ella simplemente buscaba el apoyo de alguien para seguir viviendo en un mundo donde había poco que no se pudiese comprar.
A la mañana siguiente se vistió fugazmente y desayunó casi nada, corrió y corrió por las calles hasta alcanzar el parque y su querida estatua misteriosa. Qué inmensa fue su sorpresa cuando se encontró con una estatua totalmente diferente, como si aquella que ella esperaba encontrar nunca hubiese estado ahí...
Y de repente:
-¿Buscabas a alguien en particular? - sonreía un rostro grisáceo y encapuchado con una sudadera.
-¿Eres...?- se tapaba la boca con asombro y un destello de infinita felicidad.
Ambos se fundieron en un abrazo.
-Te he adoptado esta misma mañana, ya no estarás sola nunca más.

Fin

18/07/16

El deseo de la noche de San Juan (I)

Una noche de San Juan un deseo estaba a punto de hacerse realidad, una pequeña niña huérfana fue a su parque favorito para hablar con la estatua encapuchada, ella comenzó a sollozar pidiéndole consuelo al inerte rostro que la contemplaba. Una vez que la encontró un policía se la llevó al orfanato dónde habían denunciado su desaparición. La pobre niña fue duramente castigada por la mujer que todo manejaba allí. Con las nuevas heridas a sus espaldas se dirigió a su cama, llorando silenciosamente.
Al quedarse dormida soñó con la estatua del parque, esta tomaba vida y la abrazaba diciéndole que todo saldría bien, que ella crecería sana y fuerte, que encontraría el amor algún día, no obstante ella se separó para mirarle a los ojos y decir -Deseo que nunca me dejes sola ¿puedes cumplir esta promesa?.
Él gratamente sorprendido dijo -Eso no depende de mí, solo soy una estatua, eres tú la que puedes venir a visitarme cuando quieras-,ella lo volvió a abrazar y por el momento se consolaba entre aquellos duros brazos.
-Hoy es una noche especial ¿Por qué no pides un deseo que se pueda hacer realidad?- le dijo la estatua que acariciaba su pelo,
-Deseo que cobres vida y que nunca me abandones.- sonreía ella felizmente.
-Ojalá se hiciera realidad pequeña- volvió a su posición habitual y a su inerte estadio. 

CONTINUARÁ...