
—Eres demasiado drástica...—No, me cansé de sentirme ansiosa y de esperar la nada, de verter lágrimas sin sentido...Dirás que soy exagerada, que me contradigo, mejor entiende que mi intensidad me abruma, porque vivo más allá de las palabras, porque es fecundo el campo en el que florece mi imaginación...Sí, aunque lo pareciese no soy idiota, se confunde con mi ingenuidad, con mi torpe habilidad de confiar por impulso, por vulgar intuición...—Pero......