09/05/20

Ars neceandi, necius humanus est

¿A quién vas a quejarte cuándo no hay un certero culpable? ¿A quién se ha de señalar con el dedo inquisidor? 


Solo sufre en silencio, derrama el veneno que te corroe por dentro, oscuro brebaje que se cuela por los recovecos del sueño, pesadillas, hondo sufrimiento que ha de salir a flote, un eco choca contra las paredes, nada, nunca, nadie, son apocalípticas, caen como jarro de agua fría, sentencian tu más abrumadora película de terror. 

Nada, no hay consistencia suficiente en el mundo de las emociones.
Nunca, te sitúa en el tiempo de una nada duradera.
Nadie, no habrá alma, ni cura.

Siempre lo supe, que serán mis fantasmas, serán mis dulces y quiméricas elucubraciones, las que me acompañen, porque más allá ¿Qué hay? ¿Por qué se me resiste el mundo real? ¿Por qué duele tanto? Y al fin y al cabo, no importa, solo te concierne a ti mismo esa vorágine de confusión, esa bola caótica que se atasca en el pecho y no te deja pensar. 

Establezco una conversación solitaria con la música, con las letras, con un invisible ente metafísico, que aunque me estremezca el alma, aunque la acuchille múltiples veces con fría reincidencia, hecha añicos sigue latiendo, sigue palpitando la belleza de una mentira, de una esperanza necia; es inevitable amar esa melancólica esencia que aspira al axioma de verdad, en la pureza idílica del bien, de la bondad, de la perfección.

Esa esperanza te dice "algún día" cuando sabes que en realidad es más un "no va a pasar" y entonces te habitas como quien desea vivir sin prestar atención a unas incontenibles goteras negras que van ajando el suelo, que incluso han hecho un agujero que poco a poco se agrandará si continúas sin reaccionar.


Mientes felizmente, sueñas, imaginas y creas, 
creas un idilio,
tan bellas y placenteras necedades
no existirían
y eso al final frustra,
dirige tu furia hacia ti mismo
y te preguntas por qué
y habitas la congoja 
propietario único y exclusivo,
sonríes con una pena nostálgica en los ojos,
te inunda una melancolía incierta
abstracta,
no entiendes bien qué añoras,
qué perdiste,
a quién buscas,
a dónde vas,
ni si lo encontrarás,
solo te sientes acongojado. 


 

0 Comments:

Publicar un comentario